viernes, 16 de abril de 2010

Inauguracion Del C.S.O.A. El Sitio



COMUNICADO EL SITIO
La Ciudad está padeciendo un toque de queda cultural asfixiante y no podemos quedarnos con las manos cruzadas. No debemos regalar de nuevo la partida a la apatía y el conformismo; Conformes con los espacios que gentilmente nos ceden las instituciones para nuestros encuentros, nuestro recreo, nuestro aprendizaje, nuestro desarrollo: centros culturales y teatros asépticos como hospitales de experimentación genética; patrocinados por bancos, algunos; otros por el ayuntamiento u otras entidades gubernamentales. Lugares en los que inocentes nos reunimos para criticar al cocinero desde la despensa, satisfechos entonces por la libertad reconquistada de poder opinar (“mecanismo fundamental y cimento básico de nuestra querida y joven y amnésica democracia”). Y satisfechos por haber repetido por enésima vez nuestra (im-)postura inconforme sentados en los cómodos butacones que generosamente disponen para nuestra “libre expresión” y como alternativa al bar los gentil hombres y mujeres que nos “gobiernan”: libertad-ficción desde la que después regresamos de nuevo al asfalto del miedo, la esclavitud, la esterilidad cotidiana desde la que nos repetimos una y otra vez o bien que ya pasó nuestra oportunidad, que las utopías pasaron de moda; o bien que ya está por llegar la nueva Era en la que se impondrá un nuevo espiritualismo desde el que soñar volverá a estar de moda y los sueños ya no sólo sueños serán… Y tantas otras formas que hemos sido capaces de inventar para justificar nuestra inmovilidad presente…
Y mientras siguen abriéndonos las puertas de espacios que desde cada rincón nos recuerdan que son suyos, sus espacios diseñados para nuestro desahogo: centros deportivos en los nos invitan a aprender a volar con el ala recortada, salas de conciertos que deciden la música que debemos hacer y escuchar, observatorios en los que nos declaramos abiertamente insumisas bajo el ojo tutelar que nos somete a su tiempo y espacio, a sus cerraduras, sus llaves, sus carteles, sus olores, su silencio y sus escombros. Convirtiéndonos a su vez en su mejor estrategia de márketing, siendo así nosotros su más cuidado escaparate para vender su mejor imagen de tolerancia y solidaridad: tolerancia desde la jaula, caridad solidaria (¿hasta cuando?).
No podemos quedarnos sitiados. Regalarles una rendición silenciosa y avergonzada, cuando es tan fácil como sacudir las telarañas a las ganas, despertar la rabia y las herramientas y desalambrar sus vacíos para llenarlos de imposibles y abrir brechas en esta ciudad escaparate: parque temático de hormigón. Y a través de la okupación reinventar la llave, nuestra llave que sí abre las puertas de espacios donde imaginar, crear, transformar. Contraponiendo proyectos colectivos al individualismo imperante, El apoyo mútuo frente a su solidaridad, la autogestión frente al paternalismo castrador de sus subvenciones, la asamblea frente a sus elecciones, y la cre-acción frente al discurso. El Sitio, cualquier sitio que merezca ser liberado de la lógica impuesta de ese tiempo, su tiempo, computable en moneda…